Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

martes, 28 de febrero de 2012

Las estrellas...

¡Wow! ¡Mira qué guay aquella estrella fugaz! – dice señalando con el dedo – Pero sólo se mueve una. ¿Por qué las demás no se mueven?
- ¿Te cuento un secreto? – Vega le susurra al oído.
- ¡Vale!
- ¿Sabías que las estrellas se mueven a una velocidad tan rápida que a la enorme distancia de La Tierra parece que permanezcan fijas? Sólo percibimos sus cambios de posición a través de los siglos. Así que nunca podremos ver su movimiento porque, para cuando eso suceda, ya no estaremos aquí.
- Vaya... qué rabia. Yo quiero ver cómo se mueven, ¡no es justo!
- Tú volarás hacia el Universo, ya lo verás. Entonces sabrás cómo cambian de lugar las estrellas.
- ¿Yo seré una estrella cuando muera? – dice sorprendido.
- Ya lo eres, desde que apareciste en este mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario