Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

martes, 6 de diciembre de 2011

Las formas de la Felicidad

Creo que la felicidad puede presentarse en la vida de diferentes formas y en cualquier momento. La satisfacción de darse cuenta que has superado una etapa difícil de tu vida y que ya a penas duele es una de las mejores formas de felicidad que existen. Es como cuando escuchas esa canción que hace años te hacía romperte en pedazos y llorar con cada maldita nota y ahora puedes sentirte tan sencilla y maravillosamente bien, pudiendo sentir que esas ganas de llorar ya no están y no van a volver porque has conseguido ese equilibrio que te permite sonreír y recordar aquellos momentos como algo que tenías que vivir en tu vida para aprender, madurar, seguir adelante y ayudarte a ser mejor persona.

Recuerdo que una vez escribí que las lágrimas son sonrisas que no hemos podido alcanzar. Ahora creo siempre podemos dibujar una sonrisa verdadera en nuestro rostro. Y da igual si estamos rotos por dentro o si pensamos que nunca más vamos a poder seguir adelante, porque el poder dibujar esa sonrisa y el poder seguir adelante está en nosotros mismos, en quererlo con las suficientes fuerzas para que se haga realidad.

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