Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Todo se puede derrumbar

En un instante, en un solo instante se puede derrumbar todo aquello que creías que jamás se derrumbaría, se puede derrumbar toda tu felicidad. ¿Y entonces qué? Entonces es hora de plantarle cara al miedo y al orgullo y luchar con todas tus fuerzas para seguir adelante esperando que toda aquella felicidad y alegría vuelvan a ti. No, no es fácil. Pero nadie dijo que lo fuera. Pero en eso se basa la vida, ¿no? en caer y volver a levantarse, en seguir adelante y no quedarte en los baches, en sacar las cosas buenas de todo lo malo que te ocurra y en saber sonreírle a la vida aunque ella no te sonría a ti siempre. Y lo que hoy es una despedida, quizás mañana sea un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario