Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Porque no siempre cuando estoy feliz, río. Ni cuando estoy triste, lloro. Porque puedo llorar de la risa, y reír de dolor. No soy de las que ven las cosas blanco o negro, si no que me fijo en la inmensa escala de grises que hay por medio. Porque no me considero diferente, ni igual a los demás. Porque siento las cosas a mi manera. Porque cada sentimiento significa mucho más que "algo" para mí. Porque me gusta pensar que existe alguien que piensa en mí en este preciso momento. Porque no soy de las que se entretienen mucho con el papel de regalo, si no que se mueren por ver lo que hay dentro. Porque soy de las que pasan totalmente de los manuales de instrucciones. Porque me equivoco tantas veces como decisiones tomo. Porque cuando quiero, quiero, y cuando no quiero, no quiero, y punto. Porque me gusta imaginar que lo que busco no existe. Prque si soy muy cabezona y me enfado cuando algo no me sale.Porque mi mayor ambición es un corazón, que sea hiperactivo. Porque no me conformo con un yo, ni un él, sino con un nosotros. Porque sí, porque sé perfectamente cuando hay que plantarle cara a un problema para ir hacia adelante, y eso, justo eso, es lo importante para seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario