Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

martes, 24 de abril de 2012

Algo tan sencillo como hacerte feliz...


Voy a estar contigo, ¿lo sabes? Porque no sé cuando me enamoré de ti ni cuanto porque no hay metros cúbicos ni litros para medir todo eso, porque andas con catarro hueles a vipaporu, y porque tienes un hueco aquí, entre el hombre y el pecho que cuando pongo la cabeza me siento en casa, y por que en todas las fotos que tengo tuyas sales sonriendo, en todas….
¿Y tú? Aitor, ¿por que te enamoraste de mi? Yo no escogí enmaromarme de ti, pero la primera vez que te besé nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso eran las 00:10 y quité la pila del reloj, para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en que besaste está metido en un reloj, para siempre. Y ya nunca sé qué hora es, pero me da igual. Y des de entonces mirando constantemente el reloj.
¿Sabes lo que me gustaría? Estar tumbado contigo, sobre la hierba, Mirando la luna esa naranja que hay en algunas noches de verano y que empezará a nevar y sentir los copos en la cara… y tu mano.
Una vez le preguntaron a Lewis Hiante, un fotógrafo de guerra, por qué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos; que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban más allá de las palabras. Yo también lo creo, hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso o sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizás por eso nuestra vida se compone de imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambien sin remedio el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerda cada segundo lo hermoso que es vivir.

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