Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

viernes, 3 de junio de 2011

NO EXISTE LO IMPOSSIBLE SINO LO IMPROBABLE



La Real Academia define la palabra imposible
como algo que no tiene facultad ni medios
para llegar a ser o suceder.
Y define improbable como algo inverosímil
que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger,
a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad,
como a todo el mundo, supongo.
La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió.
Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió.
Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer,
una periodista convertida en princesa,
el 12-1 contra Malta, el amor, las relaciones, los sentimientos,
no se fundan en una razón prudente;
por eso no me gusta hablar de amores imposibles
si no de amores improbables.
Por que lo improbable es por definicion probable,
lo que es casi seguro que no pase, esque puede pasar.
Mientas haya una posibilidad,
media posibilidad entre mil millones que pase, vale la pena intentarlo

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