Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

domingo, 5 de junio de 2011

Algo tan sencillo como hacerte feliz


SARA-No se cuando me enamore de ti, ni cuanto porque no hay metros cúbicos ni litros para medir todo eso, pero si se por qué, porque cuando andas con catarro hueles a visvaporú, y por que tienes un hueco aquí entre el hombro y el pecho y cuando pongo la cabeza me siento en casa, y porque todas las fotos que tengo tuyas sales siempre sonriendo, en todas.
-Y tu ¿porque te enamoraste de mi?
AITOR -Yo no escogí enamorarme de ti. Pero la primera vez que te bese, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble, y la hora exacta de ese beso eran las 12.10 y quite la pila del reloj, para que se quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste esta metido en un reloj para siempre y ya nunca se que hora es, pero me da igual, y desde entonces miro constantemente el reloj…
Sabes lo que me gustaría, estar tumbado contigo sobre la hierba mirando la luna esa naranja que hay algunas noches de verano y que empezara a nevar y sentir los copos en la cara y tu mano

No hay comentarios:

Publicar un comentario