Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Arriesgarlo todo para que?

¿Qué quien no arriesga no gana? Pues quien no arriesga tampoco puede saber que es lo que está perdiendo. Y si no lo sabe, ¿para qué arriesgar? Puede que salga bien, sí , y puede que eso te haga feliz pero puedes perder y eso, eso puede doler. Tienes que aprender a arriesgarte por lo que verdaderamente merece la pena y no por cualquier caprichito de bebé.

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