Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

martes, 23 de agosto de 2011

Me gusta..

...el olor a tierra mojada, el silencio de las gotas de lluvia al recorrer y empapar mi piel, los gofres de chocolate, la playa en invierno, los fuegos artificiales.
Me gusta gritar, imaginar cosas que nunca sucederán (o sí), poner banda sonora a mi vida mientras voy por la calle, dormir hasta las tantas, trasnochar, fotografíar cada instante, escribir hasta que mi corazón reviente, recorrer cada rincón del mundo, irradiar, brillar...
Me gusta el placer de comerme un magnum de doble chocolate cuando todo alrededor se está derrumbando, y me derrumba a mí también.
Me encanta luchar, reír hasta llorar, saltar, lanzarme al agua, salir del vacío, que se me erice la piel, que ocurra algo mágico y especial un triste y aburrido domingo, que me llamen cuando menos lo espere, que me digan que me necesitan, que me quieren, que me echan de menos.
Me encanta enamorarme de la vida.
Me encanta vivir.

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