Por lo que se ve, es verdad eso que dicen de que el tiempo cambia las cosas. Al igual que tu vida puede cambiar totalmente en un instante, cómo cuando te enamoras o cuando tienes un accidente de tráfico, tu vida también puede ir cambiando poquito a poquito, detalle a detalle, sin que apenas te des cuenta, hasta que un día lo que parecía estar al derechas termina del revés. Entonces, cuando observas cómo todo ha ido cambiando sin avisarte y sin pedirte consejo ni opinión alguna, te ves derrotada ante lo que un día era tu vida y gobernabas tú. Es como si tu propio ejército, al que creías tener controlado, te diese la espalda y de repente luchase contra ti mientras tú estás desarmada. Sí, es injusto, pero así es la vida. De repente te ves entre la espada y la pared.

lunes, 25 de julio de 2011

-Dime, ¿qué ves?
+¿Que qué veo? No entiendo la pregunta.
-Sí, qué ves en mí.
+Ah, yo...veo una chica preciosa enfrente de mí, que me mira con unos ojitos grandes suplicándome que le resopnda a algo que ni siquiera entiendo.
-¿Nada más? ¿No ves nada más en mí?
+¿Cómo que nada más?
-Pues... cómo me sonrojo y me palpita el corazón cada vez que te veo. Cómo cuando me hablas me muerdo el labio tan fuerte. Cómo me río como una hiena cuando dices algo gracioso. Cómo tartamudeo intentando decirte algo que ni yo misma sé. O cómo me quedo mirándote cuando pasas por delante de mí y depués sonrío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario